Se define como una mujer normal. Está soltera, feliz con su hija, disfrutando de su éxito y muy dedicada a su trabajo. Es una de las protagonistas de la nueva teleserie nocturna de Canal 13, “Las Vegas”, y ya inició las grabaciones de la segunda temporada de “Soltera otra vez”. Y como si fuera poco, L’Oréal la nombró uno de sus rostros e integra su “dream team” mundial.
Por: Carolina Honorato / Fotos: Ignacio Rojas / Producción: Michelle Gravel y Aurora Anita / Maquillaje y pelo: Elisa Broussain
Ha pasado un año desde que debutara en las pantallas de Canal 13 y se convirtiera en toda una revelación, no sólo por su carisma, sino también por su belleza cautivante, sensual e imponente.
Hoy, con bastante más experiencia, Josefina sigue siendo a sus 25 años una mujer conservadora, cautelosa, algo tímida, pero tremendamente consciente de lo que está viviendo. Asegura que no se ha mareado con tanto éxito (hoy además es rostro de L’Oréal y Paris), ya que su cable a tierra es su hija Colomba de 4 años y su familia, con la que vive. Es la tercera de cinco hermanas.
Es católica y por supuesto que quiere casarse, formar una familia y cumplir con todas las tradiciones. Hoy está soltera, con poco tiempo para el amor, pero abierta a encontrar al hombre adecuado. Al hablarle del padre de su hija, se pone un poco nerviosa y evita entrar en detalles. Sólo resalta en reiteradas ocasiones que él es un gran hombre y un tremendo papá. Llevaban tres años pololeando y eran compañeros de colegio cuando quedó embarazada.
Desde los 14 años se dedicó al modelaje; sin embargo, su gran pasión siempre fue la actuación, a pesar de que cuando salió del Colegio Apoquindo no tuvo la fuerza para estudiar ese oficio y se dedicó al diseño.
“La verdad es que en el último año se me movió el mundo. Todo era nuevo. Fue difícil adaptarme, salir en los diarios, leer entrevistas mías, ver fotos… No me gustó que se hablara de mí, pero lo he ido asimilando”, dice.
“Soy una mujer joven súper normal”
Josefina es una mujer encantadora. Tiene una mirada profunda y la virtud de mirar a los ojos. Aunque dice lo que piensa, da la sensación de que su cautela es fundada, que hay algo de su mundo privado que protege a rajatabla. Reitera mucho el apoyo de sus padres y hermanas.
También asume que cambió su nivel de ingresos económicos. Ella siempre ha sido una mujer independiente, porque ha trabajado: “Hoy me puedo dar más gustos… Me fui de viaje con la Colomba, me compré un departamento y espero que nos vayamos a vivir a ese lugar pronto”.
–¿Qué se siente ser rostro de L’Oréal y entrar en un grupo a nivel internacional tan importante de mujeres?
–¡Uf! Imagínate, un sueño para cualquier mujer. Me siento cómoda y regaloneada. Pero también entiendo que es una gran oportunidad y una tremenda responsabilidad representar a una de las marcas de belleza más importantes del mundo.
–¿Por qué te eligieron?
–Me imagino que por el pelo. No sé, es difícil hablar de uno mismo. Creo que habría que preguntarle a ellos, no quiero parecer egocéntrica… en realidad no lo soy.
Josefina integra el “dream team” de la marca en el que también están Jane Fonda, Milla Jovovich, Eva Longoria y Jennifer López…
–¿A cuál de ellas admiras con más intensidad?
–Las admiro a todas, ¡obvio!, pero mi favorita es Julianne Moore, cuyo trabajo como actriz me encanta.
–¿Quisieras conocer a Julianne Moore?
–¡Obvio!
–¿Cómo fue que te invitaron a integrar este “dream team”? ¿Te llamaron por teléfono, te escribieron, fue una entrevista personal?
–Me llamaron a una entrevista.
–¿Cuál fue tu reacción?
–Felicidad y ansiedad por empezar pronto. También sentí que era una gran oportunidad y responsabilidad por todas las mujeres increíbles que son parte del “dream team” L’Oréal Paris.
–¿Cómo te sientes ahora?
–Agradecida de que me haya dado la oportunidad de pertenecer a este equipo, y de trabajar con grandes profesionales.
–¿Qué se siente ser una de las mujeres más bonitas de estos tiempos?
–No, yo sé que tengo lo mío, pero hay muchos tipos de bellezas, en lo físico y en el interior de cada uno. Me lo tomo como una etapa importante de la vida, es bonito ser reconocida…, pero no es la vida.
–¿Qué costos te ha traído ser tan linda?
–Mira, es curioso en verdad: ahora que soy más conocida, la gente me expresa su cariño y simpatía. Son muy amorosos, pero así como “ir de linda por la vida”, yo no voy. Bueno, en realidad soy bastante sencilla y todavía puedo pasar piola. Aunque para qué te voy a negar que es rico que te aprecien y, como mujer, que te miren y te piropeen.
–¿Has sentido la envidia ajena?
–No, al contrario, hasta aquí sólo he recibido ayuda de todos y cariño en todas partes. Creo que la envidia también la puede provocar una con la actitud. Yo no ando de diva por la calle. Soy una mujer joven súper normal.
–¿Crees que tu belleza asusta?
–No sé… ¡No! No quiero andar asustando a nadie… ¿por qué?
“No creo ser famosa”
–¿Ser madre tan joven qué lecciones de vida te trajo?
–Es lo más maravilloso que me ha pasado… Es la vida misma. Un regalo que agradezco cada día. Más que lecciones, estoy caminando con mi hija, y las dos vamos aprendiendo, yo a ser madre y a tener una nueva responsabilidad que nace desde el amor, y ella conociendo el mundo.
–¿Te costó la maternidad?
–Por supuesto. Cuando uno es joven, no es fácil. Al principio te haces mil preguntas y cuestionamientos, pero también te llegan y tienes alegrías únicas que sólo la que va a ser mamá las tiene, como sentir a tu hija dentro de tu guata… esa sensación, ese sentimiento tan especial, tan mágico en que sientes que tu cuerpo está más vivo que nunca y te das cuenta de que estás dando vida a otra vida. Es algo tan maravilloso, que te hace olvidar cualquier dificultad que hayas tenido.
Josefina maneja un horario donde su hija es su prioridad y siempre se las arregla para estar con ella el mayor tiempo posible. Hoy se encuentra en el proceso de postulaciones al colegio, no se ha saltado ninguna etapa y así lo entiende Canal 13. “Fue mi única condición, sus tiempos”.
–Tienes una mamá estricta. Cuando te caes, ¿quién te abraza?
–No sé si es estricta… exigente más que nada. Y créeme que eso me ha servido mucho. Cuando me equivoco o tengo alguna pena, en mi familia o los amigos más cercanos me contienen, me soportan o me apañan. La misma Colomba con una sonrisa me hace recordar que hay cosas más importantes.
–¿Cómo es tu hija?
–Mi guatona tiene una personalidad increíble, es inteligente, cariñosa, generosa, divertida, un poco agrandada. ¡Qué atroz, pero diría puros adjetivos positivos! ¡Es que la amo!
–¿Has tenido buena o mala suerte en el amor?
–Difícil pregunta. No creo que el amor se trate de suerte en realidad… Más bien creo que con la pareja se debe construir el amor, alimentarlo todos los días, darse tiempo. Tampoco tengo tanta experiencia, pero soy romántica, idealista.
–¿Has sufrido en el amor?
–Como toda joven de mi edad.
–¿Perdonarías una infidelidad?
–No.
–¿Volverías con el padre de tu hija?
–Es un tema muy personal y quiero dejarlo así. Involucra a mi hija.
–¿Te da miedo volver a fracasar?
–No lo siento un fracaso. Creo que en la vida una está expuesta a muchas caídas, que terminan siendo una enseñanza y te hacen crecer.
–¿Has llorado mucho en tu vida?
–Lo normal, creo yo. El llanto me baja por etapas.
–¿Para ti el éxito es…?
–Abrazar a la Colomba y decirle: “Hoy la mamá lo hizo bien”. El éxito es de cada día, es tratar de hacer las cosas bien y que ojalá salgan bien. Ahí me siento satisfecha, contenta.
–¿Ser famosa y reconocida se acerca más a una sensación de…?
–Pertenecer un poco a la gente que te ve en la televisión, que te saluda y te expresa cariño en la calle. Te mentiría si te digo que a una actriz no le gusta el aplauso. Pero no creo ser “famosa”, por ahora soy una promesa que busca hacerlo cada día mejor. Así prefiero verme, eso va conmigo.
–¿Cuál es tu cable a tierra?
–Sin duda Colomba, la familia, los amigos y también el darme el espacio y el tiempo para estar sola y poder pensar.
–¿El ego cómo lo manejas?
–Esforzándome, exigiéndome, pero también perdonándome los errores que cometo a diario. Es bueno despertar y saber que todo empieza de nuevo, que uno espera más de uno mismo y los demás también. Eso te mantiene despierta y alerta para que el ego no se adueñe de ti.
–¿Te sientes talentosa como actriz?
–Es algo que hay que preguntarle a otros, a la gente, a la producción, los directores, los que saben. Yo me siento aprendiendo, entusiasmada y con ganas de aprender más.
–¿Qué te da miedo de la televisión?
–No me da miedo, me da terror (se ríe). No, en serio, miedo no. La veo como una posibilidad que te obliga a ser responsable contigo misma y con otros que trabajan contigo. Hoy me siento cómoda, aunque este trabajo es muy exigente y agotador.
–¿Te perdiste en algún momento?
–No, siempre he sido muy humilde… Además, no creo que uno pueda perderse con la fama y el éxito, porque no le encuentro sentido a creerse el cuento.
–Pero sí afectó tu última relación de pareja.
–Terminamos a fines del año pasado, o sea… él terminó. Yo creo que afectó. Aunque no fue la razón, creo que sí influyó. Pero ya fue, ya pasó. Terminó un ciclo que sólo me ayudó a darme cuenta de muchas cosas. Uno se desilusiona. Y hoy estoy soltera otra vez, tranquila, feliz. Y la Colomba entiende, no sé cómo, que eso era una relación y que se acabó. Debe ser porque ha vivido con muchos adultos a su alrededor.
–¿Y el papá de la Colomba te apoya?
–Mucho. Es muy generoso. Cada uno hace su vida, pero nosotros nos llevamos muy bien.
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